Subsuelo del proceso creativo: receta diaria, apta para todo público

  • Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Arte
  • Tiempo de lectura:11 minutos de lectura

Como psicóloga, creo que los actos “honestamente creativos» que realiza el ser humano son los sueños, el juego y el amor. Son nuestra capacidad innata. ¿Pero que tienen en común?

 

 

«The Sun Sets Sail» © Rob Gonsalves, 2001.

 

Hablar sobre creatividad a partir del arte, el diseño, la arquitectura y afines no representa mayor novedad, así que intentaré hablar de lo creativos que somos, esquivando intencionalmente los campos anteriormente señalados.

Como psicóloga creo que los “productos” más creativos, honestamente creativos que realiza el ser humano son los sueños, el juego y el amor. Son nuestra capacidad innata. ¿Pero que tienen en común?Empecemos por decir que estos procesos creativos, absolutamente únicos en cada ser humano y propios de cada “mente” si se quiere decir así, parten de superar, bordear, romper y transgredir las leyes de la lógica tradicional. —Con esta idea en mente, me refiero a que no pueden ser medidos, replicados o demostrados y únicamente podrían ser relatados en el mejor de los casos—.  Incluso la mayoría de veces se cuelan entre las palabras del lenguaje organizado y el dominio logocéntrico. ¿Alguna vez te ha pasado que te levantas y sentado en el borde de la cama miras sin observar un punto fijo y de esta ‘nada’ llegan a tu cabeza diversas imágenes de lo que soñaste y al momento de organizarlas cronológicamente o traducirlas a un relato esas imágenes se esfuman? …Bueno eso amigos míos es escapar de la lógica que nos gobierna la mayor parte del día, porque el sueño tiene otro sentido, el propio, el onírico, que nada tiene que ver con los horriblemente mal llamados diccionarios de sueños.

 

 

Foto 1

 «La tentación de San Antonio» © Salvador Dalí, 1946.

 

En cuanto al amor, creo que a todos nos ha pasado que cuando nos preguntan por nuestros sentimientos y relaciones con fulana o con fulano en el mejor de los casos solo podemos responder con un sonido similar a un “jummm”, o un suspiro, o simplemente con una sonrisa… No hay nada que nos cueste más, que definir qué es el amor, y no hay situación que nos impulse más a reinventarnos y buscar soluciones con “ese otro” para salir a flote, o incluso en la propia cabeza para no sucumbir y seguir amando sin perder la “dignidad” o que carajos se vale jugársela cuando uno está convencido que es amor; el caso es que el amor es creatividad pura, tanto que uno hasta se inventa que está enamorado o cualquier tipo de relación con cualquier nombre “de-construido” para arreglárselas en esa área de la vida y más en estos tiempos.

Al igual que el amor, el juego del niño (y que no debería perderse en el adulto porque el adolescente sí que juega…) es una actividad de creación pura donde la realidad y la fantasía se ponen en escena, y cuando es compartido, habiendo dos: un tú y un yo, construimos juntos una terceridad, como una interface o entidad aparte, donde no es una sumatoria sino una zona intermedia en donde ambos nos jugamos y podemos saltarnos todas las leyes y las normas en un espacio de infinita imaginación; sino me crees, te reto a que busques un niño (no importa si es familiar, hijo de amigos treintañeros, sobrino, etc…) entre los 5 o 6 años y se tiren en el piso a jugar, pasado un rato verás lo que es tener una idea clara de lo que es la creatividad.Al adulto lo hemos asociado y equiparado a la noción actual de trabajar y ejercer una labor, en dichos términos podríamos afirmar que el niño juega y el adulto trabaja; en mi opinión esto no necesariamente es así, ya que en el adulto, el sentido del humor es, y será la forma más espontánea de jugar y ajustar su realidad y para la muestra, las redes sociales están saturadas de una incontenible “diarrea” de memes que vemos a diario. Para retomar la disertación anterior, estas tres situaciones que mencioné de actividad creativa humana (soñar, jugar y amar) y de la que todos somos capaces, son pura potencialidad. Debido a que es imposible predecir la forma en la que se van a estructurar y de eso también se trata, ¿no?

 

 

Foto 3

 «The City is Landing» © Jacek Yerka, 2012.

 

Replicar una obra de arte es fácil, en la cultura china llevan varios siglos haciéndolo, al punto que con el tiempo cada réplica logra superar a la original y el mayor artista es quien se convierta en el mejor “replicador”, pero en occidente estamos obsesionados por la idea de lo original, de lo único, lo exclusivo, lo que alguien puede proponer (¿acaso vender?) que nadie más puede hacer, es el desfile de la competencia y el reinado del Yo. Pero hasta qué punto este sofisma es verdadero, si todos en este planeta soñamos, jugamos y amamos de forma única e irrepetible, incluso cada vez que lo hacemos ya es de otra manera, ya es una creación nueva.

Para poder crear debo contar con ciertos elementos que pueda usar, tangibles a mi alcance o intangibles a los que he estado expuesto. En el caso de los sueños Freud nos explicó que el inconsciente construye grandes escenarios oníricos usando al antojo del durmiente elementos tales como: diversas imágenes del día que termina, últimos pensamientos antes de dormir, conflictos y amores que estemos viviendo en ese momento de la vida, deseos, fantasías, personas e incluso información sensorial como el deseo de orinar o esa alarma de despertador que suena a lo lejos… ¿acaso habría algo más creativo que ese proceso no consciente ni controlable y absolutamente subjetivo? De igual forma para jugar debo contar con objetos, desde una simple canica hasta el juguete más manufacturado que se pueda conseguir en el mercado y ni hablar del amor, donde hacemos hermosas y a veces catastróficas creaciones entre ideas, sentimientos, experiencias y hasta demandas sociales, todos elementos psíquicos y culturales sin los cuales no podríamos crear nada.

 

 

foto 4

  «Island of Memory» © Vladimir Kush.

 

Lo segundo en este proceso sería el uso no convencional, este aspecto está relacionado con el carácter transgresor y revolucionario del propio quehacer creativo, la transgresión consiste en lo que vulgarmente se llama “pensar fuera de la caja” en donde la caja es un sistema de pensamiento que obedece a leyes lógicas, dogmáticas y establecidas en común acuerdo y frente a las cuales saltarlas y romperlas implica salirse de la norma y sobretodo de lo esperable. Tanto en el juego del niño como en el humor en el adulto, los objetos y los significados de las cosas cambian, el niño que se tienta con los objetos “prohibidos” (todas esas cosas que el adulto manipula pero a él no le prestan porque puede romperlas o perderlas) para “transgredirlos” usándolos en su juego a su antojo, en su fantasía o simplemente para experimentar. El adulto que en el chiste logra convertir una situación displacentera en carcajadas, burlando las normas convencionales o hablando de cosas que de manera seria no “estaría bien” decir y más en estos tiempos en los que hacer un chiste políticamente correcto y que no ofenda a nadie es imposible, y sobretodo no tendría gracia.

En tercer lugar plantearía la pérdida de control, traducida en un no saber con certeza cuál será el resultado final, es simplemente transitar sin tener un objetivo determinado, como el sueño que no se entiende al despertar, el chiste que puede o no dar risa o el amor que puede o no ser amor. Aquí es preciso hacer una diferencia entre resolver un problema de forma creativa y fuera de lo convencional con crear como tal, por el simple ejercicio de “a ver qué me sale”, en el que no se responde a una necesidad para conseguir éxito, sino que simplemente la persona se juega, se anima y se arriesga a ver qué pasa sí… Finalmente pero no menos importante, el componente afectivo es clave; una carga emocional que mueve, casi como en los términos de energía que alimenta un proceso y donde sea posible la aparición del placer, bienestar o simplemente disfrutar del proceso de hacer algo, esto no quiere decir que “afectos” desagradables no aparezcan en la escena creativa, como la pesadilla, el chiste que fue ridículo y ofendió, el niño que llora porque se frustró en su juego o aquel a quien “le rompieron el corazón”.

 

 

Foto 2

 «Retrato de Sigmund Freud», autor anónimo.

 

Ahora bien, hay un aviso de peligro que nos puede mutilar está hermosa capacidad, la economía, que ya nos ha robado gran parte de la vida y que también nos enfrenta en una situación de conflicto por estar continuamente compitiendo con otro para resaltar y “ser el mejor”, lo que lleva fácilmente a la frustración, es más toca hacer el esfuerzo de no sentirse menos que el de al lado, aquí me pregunto yo: ¿Sé es creativo para producir, para masificar, solo para el producto de moda? ¿Si no tiene likes o seguidores y si no es masivo o viral  no cuenta? ¿Acaso tomar cosas trending para licuarlas, ponerles mi nombre, publicarlas y generar influencia es creatividad o son dinámicas que se vienen haciendo en piloto automático pero que responden a otras lógicas? A los placebos de la creatividad. Y ni hablar de aventurarse a darle atención a los sueños para ver qué está pasando en la propia cabeza, y arrojar al niño a una tablet para que no llore o mucho menos que ni se nos ocurra amar porque eso ya no está de moda y ya nadie lo hace.

Así que mi recomendación es que si quieres ponerte en contacto con tu capacidad innata para ser creativo, hagas una siesta y trates de acordarte de tus sueños, diviértete con tus propios universos oníricos (en privado, no es necesario que todos sepan todo sobre ti), inventa chistes así los otros no se rían y sobretodo juega, pero no videojuegos porque eso ya está todo pre-programado para hacerte creer que eres un héroe/descubridor/creador, mejor ponte en contacto con niños reales y sobretodo construye vínculos donde entre mínimamente dos se den a la tarea de ver qué les sale, de ver con las vicisitudes de la cotidianidad que se inventan y que sienten con lo que se inventan.

Milena Carvajal

Psicóloga Clínica y Psicoanalista, especializada en Prevención y Asistencia Psicológica en Niñez y Adolescencia (Universidad de Buenos Aires), también formación en  Juego y Desarrollo de la creatividad (Centro Cultural Ricardo Rojas). Trabajo desde una perspectiva vincular donde somos lo que somos por las relaciones (vínculos y experiencias) que hemos construido en nuestra vida y que al mismo tiempo nos han construido. Es necesario conocer sobre nosotros mismos y nuestro funcionamiento como humanos desde el potencial de salud y bienestar más que desde la enfermedad.  Instagram: milena_psicoclinic