Su identificación dice que lleva como nombre: Gabriela Chacin, aunque ya muchos la conocen como @gabiabi. Su edad: veinte años, de nacionalidad venezolana. Y aunque no está registrado en ningún documento, asegura que su sueño es recorrer el mundo como “mochilera” ya que está fielmente convencida de que es “la mejor inversión” y de que “caímos en este mundo y es para conocerlo”, logrando ésta meta a través de lo que define como su hobbie, su mejor distracción, su pasión y ahora su trabajo: ilustrar y plasmar las ideas de ella y otros con su singular estilo en todo lo que hace.
Es estudiante de arquitectura del octavo semestre, sin embargo, Gaby, quiere “hacer paso a paso” su propia carrera, comenzando con esta profesión y siguiendo con el diseño industrial y diseño de interiores. Pero su verdadero oficio es ser una artista en toda la extensión de la palabra. Sus ilustraciones, fotografías, diseños, su espacio de trabajo, su forma de vestir, la música que escucha y absolutamente todo lo que hace lleva su sello. Al preguntarle, ¿Qué la inspira al momento de pintar? comenta que la música es su fiel acompañante. “Me atrevería a decir que a veces pinto lo que estoy escuchando” expresa con singular simpatía, aunque reconoce que también el internet es otra fuente de inspiración. Nuevas herramientas comunicacionales como Pinterest, la “ayudan a conseguir ideas” y “mientras los ojos va observando una cosa, la mente va diseñando otra”.
Por otra parte, cree que puede convertirse en una auténtica “pesadilla” , cuando no se identifica con el trabajo que el cliente le está pidiendo. Ser un artista, no es lo mismo que ser un diseñador, como artista Gabriela considera que las personas “deben acoplarse al estilo del autor”. Uno de los elementos más característicos de esta joven oriunda del estado Aragua, es que todo su trabajo parte de un trazo a mano, que se le hace más fácil y rápido que la digitalización del material. Con respecto a esto, dice: “vienes con la idea de que cuando eres niño, dibujas y pintas de modo libre, luego te encuentras con el choque tecnológico, y te das cuenta de que no puedes realizar todo a mano”, no obstante, Gabriela se ocupa de que siempre se note la esencia de lo “hecho a mano” en todos sus diseños.
A pesar de haber trabajado con muchas marcas reconocidas en Venezuela, hasta ahora, el trabajo que mayor satisfacción le ha provocado es el que está a punto de entregar, que aunque es un poco confidencial, confesó que el identificarse tanto con el establecimiento, hizo que el resultado pareciese como si lo fuese hecho para su propio negocio. Es un “sueño compartido”. Esta creativa por excelencia, logro también con lo que ella define como “la solución para el regalo de cumpleaños” de sus amigos, la realización de otro productivo negocio, su marca de cupcakes “Límpiate la boquita”, que además de deliciosos tienen la esencia de su fantástico estilo. Con esta idea que nació como un juego, el cual aprendió de su madre, que es bioanalista, pintora y repostera a ratos libres, consiguió un éxito insospechado en las redes sociales, financiándose su primer destino que tenía por visitar: Argentina, el pasado mes de agosto.
Finalmente, esta simpática mujer con más de tres mil seguidores cibernéticos, asegura no tener nada planeado, más que seguir haciendo lo que le gusta, con la libertad de disfrutarlo todo. “Mi plan A es no mirar hacía atrás”.
Datos curiosos:
Un olor: Vainilla.
Una canción: Brindo – Devendra Banhart
Una artista: Frida Kahlo
Un lugar: Argentina
Un sabor: Chocolate