Un mantra sepulcral resuena con fervor, descaro e hipocresía en la última exhibición del año en la galería del centro cultural “LUGAR A DUDAS” en Cali. Es un discurso presidencial de Juan Manual Santos después de abatir a uno de los últimos jefes guerrilleros con vida. La instalación reverbera sin fuerza a través del espacio como un sueño sin sentido que se repite una y otra vez…
PLOMO (YO PIENSO POSITIVO) es obra del artista “Leonardo Lopéz” y fue elegida como una de las obras ganadoras de la convocatoria BLOC – Becas Locales de Creación 2013. La obra surge como una inquietud personal del artista, resaltando a través de esta uno de los paradigmas constantes en la agenda de la política nacional y de la mentalidad del pueblo colombiano. EL DAR PLOMO. Actividad cotidiana y diaria de los devenires de nuestra sociedad, justificada y sustentada bajo el amparo de las políticas del “Plan Colombia” para destinar cantidades de dinero exorbitantes del bolsillo de los colombianos en la guerra contra el terrorismo y el narcotráfico.
Más allá de ensañarnos sobre algunos temas políticos, queremos destacar esa reflexión que desentierra la raíz del problema: el enfoque destructivo y negativo en la conducta de los colombianos. Día tras día, la violencia y la guerra hacen parte de la vida de campesinos, soldados, hermanos, amigos, hijos, padres y madres de tantas personas incapaces de romper con esos círculos de sufrimiento, que alimentados por la frustración, la pobreza y las necesidades reprimidas, nos hacen incapaces de controlarnos y moderarnos a nosotros mismos.
Una nación es su gente y como rezaba uno de los slogans publicitarios más exitosos hasta la fecha “Colombia es pasión” y eso únicamente porque en Colombia ya no existe la razón, el entendimiento y la planificación, poniéndose de manifiesto incluso en las expresiones más sencillas de nuestro lenguaje como: dar plomo, dar papaya, las cosas no son de quien las tiene, sino de quien las necesita y así… entre otras tantas complacencias y excusas que construyeron los hábitos que reflejan esta mentalidad de pobreza del colombiano de a pie, del universitario, del profesional.
Al parecer cuando los pueblos indígenas que habitaban este territorio al que llamamos país, no solo entregamos el oro a los españoles en la época de la colonia, encontramos el plomo. Desde ahí, lo maceramos, lo fundimos y lo forjamos a diario con convicción y sin conciencia.
Sin duda alguna y como si de la recomendación de un amigo se tratara, los invito a conocer la obra de Leonardo López.
Fuente: http://www.lugaradudas.org/