Keira Rathbone hace nueve años se había quedado sin palabras para su máquina de escribir, pero encontró cómo darle forma a las letras, o más bien letras a las formas.
Rathbone crea dibujos compuestos por las letras, números y símbolos que tenga la máquina de escribir, cada caractere compone desde retratos de celebridades, personas en movimiento y hasta paisajes que va “deletreando” mientras los mira.
La morfología de los caracteres ha convertido a Keira en una coleccionista, así que con el tiempo ella ha adquirido máquinas de escribir de todo el mundo. Con los nuevos caracteres puede conseguir nuevos efectos, y como lo dice ella, la máquina se convierte en un surtido de herramientas que le brindan nuevas posibilidades de tecleado.