@Gustavian
En Indonesia liberaron un circo digital de animaloides humanizados. En las paredes del BNI (edificio patrimonial), bailaron impulsados por la creatividad de los músculos, del que se arriesgó a ser una bestia musical.
Utilizando seis proyectores sincronizados con tres Kinects en tres PCs, estos japoneses dibujaron una instalación en la que los transeúntes pueden experimentar la proyección de su estructura osea recubierta en pixeles, sobre un campo de sonido y color.
Los personajes que sirven de disfraz en la instalación, fueron seleccionados con extrema rigurosidad, pues los movimientos de la proyección debían ajustarse a un patrón acústico determinado. Es por eso que el mono es el responsable de los sonidos de acordeón, el cocodrilo de los de percusión, y elefante de la flauta.
Los artífices del espectáculo, son un grupo de artistas que combinan la tecnología con la creatividad en un contexto experimental, su nombre es Aircord.