Esta curiosa forma de arte es un movimiento de origen reciente que se ha encargado de darle color y vida a las calles de algunas ciudades. El Yarn bombing es una especie de «grafitti» que consiste en cubrir los objetos con coloridos tejidos en lana y telas en punto de cruz o croché. Estas hermosas instalaciones decoran edificios, vehículos, árboles en ocasiones hasta esculturas sorprendiendo a los curiosos que se mueven por las calles.
La intención y el mensaje que esta hermosa forma de arte nos quiere transmitir es el deseo de embellecer nuestras calles, espacios y ciudades. Este movimiento también rompe con la idea tradicional de que el tejido es cosa de mujeres y de abuelas. Los hombres en la actualidad participan abiertamente en la realización de estos tejidos.
Para muchos, esta técnica hace parte del amplio espectro de especialidades del arte urbano, ya que sus intervenciones se realizan en su totalidad de forma ilegal, pese a esto, el Yarn bombing no deja de ser una forma de arte que asombra a los transeúntes curiosos, rompiendo los paisajes habituales de cemento gris y ladrillo, con un toque de creatividad y color.