Un cambio de paradigma en los cánones estéticos de la pintura y la forma en la que los artistas de la siguiente generación abordaran la teoría del color, tuvo lugar recientemente gracias a un avance científico/artístico que permite manipular la estructura molecular de la tinta, permitiéndole reaccionar al medio ambiente alterando su pigmentación.
El concepto, ha sido apreciado anteriormente y únicamente en la naturaleza de los camaleones, algunos peces y especies marinas, sin haberse podido replicar con éxito en fibras y textiles.
Con este desafío en mente, el colectivo de artistas londinenses conocido como “The Unseen”, han desarrollado esta maravillosa tinta por medio de nano moléculas en su composición química, dichas partículas le otorgan a cualquier fibra bañada con esta tinta, una sensibilidad similar a la de la piel humana. Permitiéndole transformarse de acuerdo al tipo de estímulo al que se exponga, ya sea un cambio en la temperatura (calor y frio), presión atmosférica, viento, polución y sonido.
Sin duda, este es un avance que traerá muchos beneficios para la innovación estética de artistas y diseñadores ¿y por qué no? en la industria de la moda y la industria automotriz. (Lleve su automóvil en todos los colores que quiera, después de todo, la luz es el límite en esta amplia gama de espectros).
Fuente: Designboom