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@Gustavian
Una nueva forma de cocinar-se, es lo que propone Tuur Van Balen en su ultimo trabajo. El diseñador belga está interesado en las implicaciones sociales de las nuevas bio-tecnologías, en este caso, utiliza el diseño para vincular la biología sintética con antiguas creencias griegas.
Con un instrumento diseñado especialmente para esta receta, el cocinante facilita la succión de sangre de una sanguijuela puesta en el antebrazo. El objetivo es rellenarla adecuadamente de nuestro interior, para utilizarla posteriormente como el ingrediente principal de un apetitoso mousse.
y para que?
La receta esta inspirada en Hipócrates, un griego curioso que afirmo: la enfermedad es el resultado del desequilibrio de cuatro humores: flema, sangre, bilis amarilla y bilis negra. La idea de Tuur es trabajar con la «bilis negra», el fluido responsable de la melancolía, conocida actualmente como depresión.
La receta pretende controlar la sensación a través del consumo de sanguijuelas marinadas con levadura intervenida genéticamente. En otras palabras, con este plato podemos modificar a voluntad nuestros niveles de tristeza, porque la levadura con que se prepara fue diseñada para interactuar con las sustancias responsables de la melancolía.
Como Tuur explica, «la programación del ADN de la levadura que se usa para marinar la sanguijuela se hace en función de nuestra melancolía». La idea es adoptar experiencias emocionales especificas a través de la ingesta de parásitos y condimentos intervenidos molecularmente.
En síntesis, el diseñado belga pone en práctica una antigua terapia griega que consistía en extraer sangre del enfermo para reestablecer el equilibrio físico y mental, y la conecta con la biología sintética y el diseño de antidepresivos ocultos en levaduras.