Los bigotes de los gatos perciben un mundo que nunca conoceremos. A través de sus pelo-sensores, estos animales son “conscientes” de un afuera mas dinámico, de una realidad con mas detalles. En síntesis los mininos siempre sienten un algo, que nunca pasa para nosotros. Pero, y que tienen que ver los bellos de los bellos felinos, con la escultura de la foto?
La escultura se llama Aeolus, y fue diseñada por Luke Jerram, un diligente artista Ingles. El artefacto esta compuesto por 310 relucientes tubos de acero inoxidable, que actúan como un lente amplificador del panorama auditivo. Cuando el espectador se ubica debajo, el pabellón de viento acústico le proporciona una experiencia única, en la que se contemplan características desconocidas del exterior, pues como bien anota el autor, “Aeolus esta diseñado para encarnar el paisaje tridimensional del viento”, en otras palabras sirve para percibir patrones en los silencios cambiantes, justamente como los pelos de un gato.