Guácala nació en Cali, sus padres son Andrés Bolaños y Sebastián Sánchez diseñadores gráficos e ilustradores. La amistad y el vínculo que se ha creado entre los dos más allá de ser padres de un mismo hijo, Guácala, los ha llevado a que el trabajo de uno se complemente con el del otro. Por un lado, Andrés se dedica más a la exploración y al diseño de personajes y por el otro, Sebastián es un experto con las paletas de colores y con la armonía que se puede crear con ellos; esto no quiere decir que cada uno vaya por su lado, sino que al contrario están uno con otro.
Guácala nació hace cinco años y coincidencialmente se encuentran ahora de cumpleaños, desde octubre del 2008 andan ilustrando la fealdad y la belleza, llevando un concepto de un lado al otro. Lo feo lo vuelven bello, y en lo bello encuentran la fealdad de una manera irónica.
A través del tiempo han evolucionado algunos personajes con ellos como lo son el Conejo Osado y Ricosquillas. Así mismo, han tenido la experiencia de ver como otras personas redibujan sus ilustraciones, «Es bacano que la gente se apropie de la imagen y haga sus propias versiones» dice Andrés.
A pesar de no tener una paleta de colores específica, los distingue el uso de aerosoles fluorescentes dentro de los murales específicamente, éste ha sido un recurso gráfico utilizado como luces.
A Guácala los inspira principalmente la tradición oral, los refranes, los trabalenguas y las rondas infantiles. Su mayor influencia es el entorno que los rodea, más que la propia inspiración sobre otros artistas o tendencias actuales.
Pero realmente lo que les dañó la cabeza a Sebastián y Andrés fueron programas animados como The Ren & Stimpy Show, Aaahh!!! Real Monsters, Flapjack y Chowder. La fealdad y monstruosidad de estos personajes seguramente les sigue dando vueltas en la cabeza a ellos para llegar a ilustraciones tan «feas».