Entre sus trabajos más destacados se encuentra la cajetilla de Lucky Strike. El dueño de la empresa tabacalera se encontraba desesperado, su compañía pasaba por un mal momento debido al fuerte descenso en las ventas de los paquetes de tabaño, él le ofreció la ayuda, debido a que pensaba que la cajetilla era fea, el diseñador mantenía que el consumidor prefiere comprar un producto bonito. La innovación que propuso fue cambiar el fondo verde en blanco, resultaba mucho más atractivo a la vista y elegante. Las ventas de Lucky Strike se dispararon y la fama del diseñador también.
La botella de Coca-Cola o el logo de las gasolineras Shell son otras de sus creaciones actuales. En el caso de la Coca Cola, la hizo más cómoda para el consumidor al poder tomarla con una sola mano. A pesar de estos trabajos, su gran aportación a la industria del siglo XX fueron sus diseños automovilísticos para la compañía Studebaker en la década de los treinta. Además, a finales de esa década creó contactos dentro de una compañía ferroviaria de Pennsylvania, aquí remodeló el diseño de las locomotoras de pasajeros haciéndolos más aerodinámicos, confortables y más atractivos visualmente.