Daniela Gallego es ilustradora de sueños y pasiones. Ha creado un mundo llamado Lulo Febril donde uno como espectador se puede perder poco a poco entre su paleta de colores y la calidez de sus escenas.
«Soy de Bogotá, Colombia, allí me eduque y crecí, pero siempre tuve mucho contacto con el campo (viajaba mucho a la finca donde nació y creció mi madre en La Vega, Cundinamarca y al pueblo en donde vive mi abuela paterna, en el viejo caldas), y estoy convencida de que eso ha determinado de muchas formas la perspectiva desde la cual me aproximo a las cosas.
Soy una mujer con un enclave profundísimo a su familia y creo que de ésa manera explico la manera en que mis recuerdos siempre salen a flote cuando trato de expresarme.
Estudie Diseño Gráfico en la Tadeo, viví y gocé de La Candelaria, de Chapinero, de Bogotá, conocí gente enamorada del arte, del cine, de la música y me enamore de la ilustración. Tome algunos cursos en Casa Tinta con Alejandro Magallanes y con María Fernanda Mantilla, también tome clases de dibujo y de diferentes técnicas (acuarelas, oleos, carboncillo) con amigos artistas y ahora estoy haciendo un posgrado de ilustración en Barcelona, en el Centro Universitario de Diseño de Barcelona.
He participado en diferentes proyectos colectivos e independientes, también en varios concursos, como la convocatoria para el cartel oficial de Eurocine (finalista 2011), Salón Visual de Bacánika (selección 2013), Premio Tragaluz (finalista 2013) entre otros… Ahora mismo estoy trabajando en una novela gráfica.
Ilustración. Lulo Febril por Daniela Gallego.
¿Qué es Lulo Febril?
Una excusa y un motivo. Un pequeño escondite al que le he ido abriendo ventanas; un juego de palabras entre cosas que me gustan: el lulo por lo jugoso y fresco, por su color cálido y traslucido; y lo febril, por cómo suena y porque me gustan los actos apasionados.
Tus obras nos trasportan a mundos oníricos tan delicados como el papel… ¿Cómo llegas a ellos y qué conexiones buscas cada vez que dibujas?
Para mí el proceso creativo, es el resultado de una expedición a tierras desconocidas, lejanas, escondidas y abrigadas en mis recuerdos. Me doy cuenta también, que ellas, son como frutos que caen de los árboles, hasta hacer conciencia en mí y aparecen allí nítidas imágenes de paisajes, gestos, unos cuantos segundos, impávidos y arraigados. La inspiración me llega como como polillas revoloteando alrededor de un bombillo, su sonido, la luz que se cuela entre sus alas y que dejan pasar al vuelo, los viajes en el carro de mis padres, carreteras en la noche del campo, la farolas que iluminan apenas una porción de árboles, de suelo arenoso, los ojos de algún animal salvaje y unos ojos corriendo.
Estas imágenes llegan como premoniciones o alguna suerte de revelación; algo que aún no se muestra completamente, grabó con ahínco gestos antes incomprensibles y que de repente se vuelven una seña que ilumina en parte mi búsqueda estética, un puente entre lo que antes no sabía y ahora necesito expresar. Por las diferentes formas que adquiere, por los diferentes matices que confluyen en esta biblioteca inmensa que puede ser la memoria particular, ha venido a mí la idea de que no hay escalas pertinentes para nombrar una imagen que susurra, un paisaje…
Desde el astro que representa el volátil bombillo para los insectos alados, hasta mi quimera personalizada: bebiendo algún líquido blanquecino en algún oasis en medio de algún desierto o en el infinito cosmos. Por alguna Razón, salir de mi tierra, de mi casa, de las calles conocidas, ha abierto puertas a lugares mucho más personales, que tal vez se habían refundido en medio de la caótica expectativa o ajetreada costumbre y ha traído a la luz paisajes que han permanecido y permanecerán conmigo como mis minúsculas y añejas neuronas: siempre translucidos y expectantes a un nuevo encuentro con mi lucidez.
¿Qué textura tiene tu color preferido?
De arbusto, de pasto, vidrioso.
¿De qué artistas, nacionales o internacionales eres admiradora?
Rebecca Dautremer, Aron Wiesenfeld, Pierre-Augute Renoir, Edgar Degas, Einar Turkuwski, me gusta lo que está haciendo Elizabeth Builes, Nicolás de Crécy…muchos que se me escapan.
¿Desde tu experiencia, qué papel cumplen las redes sociales en el trabajo de los artistas hoy en día?
Fundamental. Es una opción eficaz para la autogestión, en ningún momento de la historia fue tan fácil movilizar información como ahora y gracias a las redes sociales es posible llegar a mucha gente en todo el mundo.
¿Cómo saber cuándo usar palabras y cuando imágenes?
Extender las palabras y los recuerdos en los dientes, que se dejen escurrir sus estampados de flores en la lengua; para que se manche, para que se inunde… de flores si, por lo bellas, por lo muchas, porque mueren. Así de entrada y de salida saboreas la primavera sin esperar que regrese.