El prolífico diseñador británico habla sobre la nostalgia americana, ¿Por qué las salas de exposición están muertas y por qué la infelicidad es una característica clave para los diseñadores?
Tom Dixon es uno de los diseñadores más prolíficos e interesantes en la actualidad. Considerando uno de sus más recientes trabajos, el diseñador autodidacta inventó unos difusores de olor que destilan los aromas de diferentes zonas de Londres y París causando furor en Europa y Asia. —Su trabajo ha sido tan codiciado que incluso en el debut de Maison & Object en una de sus exposiciones, los asistentes estuvieron dispuestos a cargar ladrillos pesados todo el día; Dixon ha sorprendido al mundo con magníficos accesorios en estilo steampunk; muebles macizos y monolíticos con un toque industrial; un servicio elegante de café y una sofisticada reunión en un bar de Atlanta, catalogada como la más exclusiva del mundo, entre otros.
Lo que unifica su trabajo es su obsesión por la fabricación y la manera en que un elemento es producido.
Dixon, se encontraba en Nueva York la semana pasada para una visita previa a su última colección llamada ‘iridiscencia’, inspirada en los colores y matices del aceite de motor cuando se mezcla con el agua formando charcos de colores. Conseguir un acabado consistente fue un reto, en el pasado experimento con arcilla, pinturas y materiales que cambian de color, pero los resultados fueron difíciles de replicar. Años después encontraría una manera de recubrir su obra con vidrio, produciendo el mismo efecto.
La revista Co.Design entrevistó a Dixon el martes de esta semana. En infinitylab tradujimos esta entrevista al español para que la puedan disfrutar todos nuestros lectores.
Co.Design habló con Dixon sobre cómo mantenerse vigente, el reto que es sostener ese aire moderno en su trabajo, lo que le molesta del mundo del diseño y cómo los nuevos métodos de producción y comercialización están afectando a la industria.
Usted abrió su primera tienda en Estados Unidos el pasado mes de noviembre. ¿Quién es su público objetivo? ¿Es más para los diseñadores profesionales o consumidores regulares de diseño?
Tom Dixon: En general, nos estamos moviendo globalmente mitad y mitad -mitad profesional y mitad consumidor amateur. Nosotros difícilmente hacemos nuestras propias ventas, somos una empresa mayorista. Mi formación es particularmente como comerciante. He tenido tiendas pequeñas, en mi juventud trabajé para ‘Hábitat’ durante 10 años y quedé fascinado con el contacto directo con los clientes.
Realmente no hago una distinción en ese sentido, entre los profesionales del diseño y los consumidores de diseño. Siempre he pensado que se ven muy similares a mí en realidad, incluso físicamente. Pueden hacerse a diferentes descuentos pero en el fondo todos son consumidores. Puede que sean solo estudiantes que lleguen a ser futuros consumidores de mis productos. El aspecto profesional frente al domestico está irrumpiendo ligeramente el modo en el que se compran las cosas actualmente, como sucede con internet.
¿Qué opina acerca de la idea confusa que se tiene del diseño en cuanto al trabajo, la vida, el comercio y la hotelería?
Las cosas tienen que hacerse de acuerdo con una especificación más alta si están en un hotel o en un restaurante. Tenemos que producir a un nivel ligeramente más alto si las cosas van a perdurar en un entorno hotelero o de alimentos y bebidas. Pero eso es bueno para los consumidores normales, —es una especie de discusión tipo «navaja suiza» —. Estoy feliz de que tengamos un mercado profesional, porque eso significa que tiene que ajustarse a una normativa —pruebas técnicas y demás. Pero a tu pregunta de si es confusa. Pienso que sí, lo es.
¿Hacia dónde ve que su empresa se está proyectando? ¿Cree que actualmente su empresa tiene un enfoque hacia el ‘lifestyle’ —por ejemplo el bar que abrió en Atlanta — o le sigue otorgando más relevancia a sus productos?
Nuestro negocio principal es el producto y sobre todo la venta al por mayor, pero también estamos haciendo más ventas directas y más diseño de interiores. Eso es algo que se ha convertido en una parte fundamental del negocio, ya que no solo nos permite probar ideas sino también mostrar las cosas con más originalidad y eso nunca podrías hacerlo en una tienda minorista.
¿Si, somos una empresa enfocada en “dar estilo a la vida de las personas? Sí, a partir del diseño industrial. Diseñamos para la industria, porque estamos muy cerca de ella; viajamos a todas las fábricas para conseguir que las cosas se hagan bien. Desarrollamos la ingeniería del producto, así como su comercialización. —Creo que la mayoría de los diseñadores de productos en la actualidad se apartaron de todo eso.
Los diseñadores de moda están familiarizados con los medios de producción, cosen las cosas para saber cómo se hacen. Ellos mismos hacen las puntadas, cortan los moldes, saben tejer y estampar. También están familiarizados con la otra parte, que es la comunicación y la comercialización —siendo esta última la menor parte. La mayoría de los diseñadores de moda tienen una relación mucho más estrecha con cada proceso de la cadena productiva que los diseñadores de productos.
Todo lo que estoy haciendo es ser un diseñador más completo que retoma algunas de las partes más difíciles de su trabajo. El diseño es suficientemente exigente, pero añadir a eso el almacenamiento y la comercialización del mismo también lo es.
¿Cuáles son las áreas de emprendimiento del negocio?
Negocias con plena libertad por un grado de control sobre tu propio destino, esa es la verdadera compensación. He probado un montón de maneras distintas para ser un diseñador integral, ninguna de las cuales fue particularmente satisfactoria. Siempre hay un lado negativo.
En mi caso, el inconveniente es que mientras te vuelves más grande, tienes que mostrar más en inventario y hacer las cosas en mayor cantidad. Pero comparado con otros diseñadores que tienen más capacidad de decidir cómo mantener todo unido, todavía siento celos, porque pueden trabajar en cualquier empresa (por ejemplo, electrónica o textil) y no tienen que hacer la totalidad de las cosas.
Nunca estás realmente feliz como diseñador. Siempre estás en un estado perpetuo de insatisfacción. Ese es mi punto de vista y eso es lo que hace a un buen diseñador: el deseo de querer mejorar las cosas.
Aparte de la expresión “estilo de vida”. ¿Actualmente, qué cosas lo afectan en la industria del diseño y qué es lo que le emociona?
Creo que un gran reto para todos nosotros es preguntarnos, ¿Es legítimo poner más cosas en el mundo? Parece como que hay demasiadas cosas y eso es algo que me frustra. Lo que me entusiasma es que estamos en una revolución en la fabricación y la distribución.
Durante mucho tiempo, yo miraba hacia el pasado, diciendo que si tan solo pudiera trabajar en los años 1960 o 1920 sería fantástico, porque había materiales nuevos y nuevas formas de vivir. Pero creo que estamos viviendo en un momento increíblemente desafiante, pero apasionante desde el punto de vista de la fabricación y el diseño industrial. Creo que obviamente, esto empodera a las personas a hacer lo que hago. El costo de la comunicación, el envío de las cosas o aceptar dinero proveniente de todo el mundo, ha permitido que cualquier persona del mundo pueda efectivamente crear su propia marca e involucrarse en la industria del diseño.
Hay muchas maneras en las que los diseñadores están financiando su trabajo como plataformas de crowdfunding —y en consecuencia la venta de sus productos— así como sucede con compañías como FAB, Bezar y One Kings Lane. ¿Dónde cree que está el futuro del comercio en el diseño?
En particular para nuestro negocio, que es un negocio de interiores. —El viejo modelo de una sala de exposición profesional estilo SoHo, está muerto. Cada vez es más difícil abrir una tienda por esta razón tienes que encontrar modelos híbridos.
Creo que los modelos de colaboración son muy importantes, pero también es donde FAB y estas enormes infraestructuras son fascinantes. Estoy más interesado en la capacidad de un diseñador para introducir sus productos al mercado sin tener que comprometerse con el modelo antiguo que solía implicar enormes lotes de cosas hechas en economías de bajo costo.
Creo que tiendas como Etsy o eBay ofrecen la posibilidad de instantáneamente decirle al mundo entero lo que estás haciendo. Es una herramienta extraordinaria, pero en la actualidad muy pocos diseñadores la están utilizando de una manera efectiva.
Hay una convergencia de técnicas de fabricación digital que se acercan más a un nuevo segmento de clientes. La desventaja para los diseñadores es que cualquiera puede hacerlo, por lo que como resultado, genera mercados más competitivos. Si alguien tiene una idea original, la capacidad para difundirla por sí mismo nunca ha sido mayor, el problema está en saber cómo monetizar y cómo posicionarla.
¿Qué quiso presentar en su nueva colección?
En cierto modo, cambiamos por completo la forma en que hacemos las cosas y estamos tratando de ponerlas en marcha de una manera menos centralizada en Europa. Estados Unidos ha sido muy bueno para nosotros en los últimos años, mi conclusión es que a los Estados Unidos solo sacas, lo que entras en él. Así que, estoy entusiasmado en que estamos mostrando estos nuevos acabados en un lugar donde normalmente no los verías durante un año después de su presentación.
Estamos esforzándonos por no estar presentes solamente en Europa. Estados Unidos está cada vez más interesado en el diseño contemporáneo. Ha sido a través de una etapa que fue nostálgica, muy al estilo shabby chic y muy al estilo moderno de mitad de siglo. Creo que E.U. está dispuesto a volver a ser moderno, lo que es genial.
*Traducción realizada por Diana Ovalle Burgos.
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