Para los entusiastas, curiosos y nostálgicos del trabajo de “laboratorio” les presento una técnica que permite crear imágenes con ¡Bacterias! Si, bacterias. Bien dicen por ahí que el arte está en ser capaz de crear desde cualquier cosa, y madre mía que es cierto. En este caso, para la elaboración de los retratos más conocidos del mundo a base de microorganismos, el “artista-microbiólogo” Zachary Copfer, ideó una manera de inducir el crecimiento de bacterias en patrones pronosticados para formar dichos rostros famosos.
Un arte visual que trata profundamente de explorar la belleza y la poesía que residen en las teorías científicas, fusionando prácticas científicas contemporáneas artísticas y modernas.
El arte y la creatividad no tienen límites.