Diario de Paisaje (Democratización de paisaje)

Los paisajes son de cada persona y están relacionados con los antecedentes culturales y la distancia física y estética entre el sujeto y el espacio.  Alain Roger expone que para aceptar un espacio como paisaje, el cerebro del observador lo debe convertir en paisaje y la sociedad aceptarlo como tal. Solo así se puede certificar un lugar como paisaje. Un campo de trigo al atardecer se convirtió en paisaje solo hasta que Van Gogh lo vio, lo imaginó y lo pintó.

Pero puede un paisaje convertirse en lugar? Para el habitante sedentario que ara la tierra diariamente, los valores que le conceden a los lugares el carácter de paisaje, no existen,  ya que asocia el espacio con empleo,  familia, desarrollo y tierra, eliminando de fondo la dimensión estética y las emociones inspiradoras necesarias, para considerarlo como paisaje.

Por otro lado, para un observador de otra tierra montado en un carro, con una Canon G12 en la mano, un GPS, Alt J de fondo y ningún vínculo afectivo con el lugar, el espacio pasa como un lugar diseñado para el transporte efectivo de materia, dentro de un valle de cultivos de trigo sin fronteras visibles mas que el sol al atardecer, ríos de asfalto que alcanzan 50m de ancho, bordeados por un telón translúcido de árboles centenarios y polígonos industriales recién salidos del horno.

Ahora bien, el siguiente diario de paisaje es un intento desprevenido y no pretencioso por democratizar paisajes personales a través de un ejercicio de asociación y referenciación de espacios capturados en el recorrido entre Cincinnati y Toledo OH, con obras de artistas de diferentes especialidades.

Juan.Pablo

Diseñadora Industrial con un cariño profunto por The Beatles y las canciones que dicen "paparupapaeueu", "ohohoh", "uhuhuhuh", "shalalala", "lalalala" ó que suenan a un Chopin moderno. Investigadora en estética de lo cotidiano o de la bien llamada prosaica.