Se ha vuelto costumbre la necesidad de todo turista de registrar su viaje. El registro es la prueba fehaciente de que se estuvo en algún lugar, de que se conoció una cultura y que se aprendió algo de ella. La fotografía es imprescindible para aquél que viaja y que quiere a su regreso, demostrar lo feliz que estuvo. Es por esto que la fotografía se ha convertido en el trofeo de la actualidad que se aprueba por medio de likes en las redes sociales.
Martin Parr es un fotógrafo documental consciente de esta realidad. Sus fotografías hacen evidente la actitud ajena del turista frente al nuevo mundo que lo rodea y le permite al espectador reflexionar sobre sus rituales y tradiciones como turista contemporáneo. Este fotógrafo no le teme ni a la exageración ni a acercarse a aquello que le llama tanto la atención con el fin de revelar lo absurdo de nuestras acciones cotidianas. Mediante un tono humorístico e irónico, logra realmente transmitir la esencia de turistas provenientes de distintos lugares que se congregan para descansar y/o conocer.