Han pasado años desde que publicamos nuestra primera nota sobre Annicharico, en el 2009, desde ese entonces el artista bogotano, era un joven de 20 años que empezaba a disparar sus primeros flashes con profesionalismo y refinamiento. Explorando en sus fotografías la luz a través de retratos, composiciones fantásticas y moda. Como artista siempre consideró que podía jugar con conceptos tan paradójicos pero no por eso complementarios, como la inocencia y el pecado. Fuego y hielo en su obra.
Con orgullo podemos decirles que lo hemos visto crecer como artista y por esa razón anunciamos con bombos y platillos, que se viene el lanzamiento digital de su última producción fotográfica en medios digitales. Aunque sobran los argumentos para este magnánimo evento, «la razón de este lanzamiento en este formato, que además de ser algo poco ortodoxo y que usualmente se realiza en una galería, obedece a la idea de democratización del arte y la cultura que Annicharico quiere promover como artista visual en Colombia».
En su filosofía reside la idea de ser un artista coherente con su tiempo y siendo consciente de las posibilidades que las nuevas tecnologías de la información pueden ofrecerle a la industria del arte.
«El arte y la fotografía han cambiado de escenario, es internet y los datos el nuevo medio para la manifestación de una idea o proceso creativo, eso es lo que me ha inspirado a hacer de este gran regreso, una fiesta digital». – Dice Annicharico con devoción.
El «La obra de Annicharico en este 2014» es un proyecto que abarca un gran espíritu emergido de fotos, procesos y colaboraciones. Debido a ello, a la gran importancia que ha tenido para mí todo este camino construido y recorrido, el lanzamiento se bifurcará en dos partes -iguales de significativas.
¿Cuéntanos en que consiste este lanzamiento y que podemos esperar de tu trabajo en este 2014?
La primera será el 25 de marzo del 2014 a través de la web; día en el que también será el lanzamiento de mi website oficial, dice. -Un espacio que me permitirá exponer mi trabajo bajo parámetros de imaginación y gusto propio. Uno de los argumentos primordiales de hacerlo de esta manera es por el deseo de rendirle tributo a la era digital en la que estamos inmersos; la que permite desdibujar límites geográficos y sociales para que la persona que quiera, donde quiera que esté, pueda ver el resultado de este proyecto.
La segunda parte se llevará a cabo un poco antes de que termine el primer semestre del año. Será una exhibición en una galería de arte en mi ciudad natal Bogotá; en él se incluirá material inédito del proyecto que sólo estará disponible en formato impreso físico. Este escenario permitirá vivir una experiencia más completa. Con más matices, sin desconocer las cualidades que los medios impresos y el papel generan en la fotografía.
¿Existe mucha diferencia entre lo que venias trabajando anteriormente con respecto a este nuevo artwork?
Este proyecto nació de la necesidad de componer una obra que tuviese -metafóricamente hablando- mi ADN de principio a fin. Fue ésta la premisa que me mantuvo presente en cada uno de los detalles que la conforman: desde el
diseño de vestuario hasta los más mínimos pormenores de la producción; fue un proceso que duró cerca de un año y medio y que comenzó con una ardua selección de ideas, habían más de ochenta al principio, de allí salieron cuarenta -que se mantuvieron con su propia fuerza durante todo el proceso- se hicieron entonces las maquetas y los bocetos de cada una de las historias.
Una vez esto, junto a dos productores que más adelante les contare quienes son, conformamos un equipo para producir todas las piezas de vestuario, escenografía y utilería, con el fin de lograr una total fidelidad a las ideas e imágenes que tuve en mente desde el principio y con las que el proyecto se originó. No quise dejar nada al azar.
¿Cómo comenzó este proyecto y como fue este proceso para llegar a lo que es Annicharico?
Muchas veces estuve más pendiente de los detalles de escena y de lograr conectarme con la idea que quería expresar que, por ejemplo, de la luz que iba a usar para la toma. Si bien los elementos técnicos son importantes, los asumo como un complemento y no como lo principal en el momento de la toma. Para mí la fotografía es sólo un registro de mi composición. Hay muchos referentes pictóricos; sin embargo, no quise encasillar las imágenes en alguna categoría, me resulta egoísta intentar hacerlo ya que todas se han alimentado de diferentes fuentes de inspiración.
A través del devenir de este trabajo empecé a entender la moda de una forma muy plástica, al igual que el arte plástico de una forma más flexible.