Las setas de la encarnación

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Por Julian Vargas Farfán

Sevilla la ciudad andaluz, la cual cuenta con el centro histórico más grande de España. Ubicada sobre el rio Guadalquivir nos ofrece una ciudad de mezclas, contrastes y talento, como la historia así lo demuestra. En la actualidad, un proyecto arquitectónico es el centro de controversias y discusiones, conocido como el “Metroparasol” y mejor llamado por sus habitantes como: las setas de la encarnación, debido a su volumetría en forma de hongos. 

El  barrio de la encarnación en Sevilla, albergaba la plaza de mercado hasta el año 1973, cuando posteriormente el ayuntamiento en los años noventa decidió hacer un parqueadero subterráneo, en el cual, durante su excavación, fueron encontradas ruinas arqueológicas romanas y andaluzas. En el 2004 se lanzo un concurso internacional de arquitectura y diseño con el objetivo de reorganizar el espacio de múltiples funciones, de una forma innovadora y original. 

El ganador de esta convocotaria fue el Metroparasol proyectado por el arquitecto alemán Jürgen Mayer. Que consiste en una estructura bastante compleja diseñada bajo los principios de la arquitectura paramétrica. Para este proyecto se construyeron 6 pilares que sostienen una enorme cubierta que se une y se distribuye dentro de la plaza. El programa arquitectónico envuelve tres actividades principales definidas por sus diferentes alturas y niveles. El primero es el museo arqueolico “aquarium” ubicado bajo tierra, el segundo es el nuevo mercado de la encarnación a nivel del suelo y el tercero un restaurante acompañado de un recorrido panorámico ubicado a 22 metros de altura. Aunque su construcción comenzó en el año 2005 fueron múltiples los retrasos en su construcción, debido a que lo propuesto en el diseño por el arquitecto, no fueron fáciles de materializar, los problemas en cimentación agudizaron el proceso debido al peso de la cubierta de madera, obligando a que el bastimento de la edificación se detuviera  por un año, mientras se desarrollaba una nueva tecnología para su ejecución, rebasando tres veces el presupuesto inicial.

Luego de su inauguración el 4 de mayo del 2011, su aceptación por parte de los sevillanos aun queda en duda. Como atractivo turístico el proyecto en sí, es todo un éxito, proponiendo una arquitectura atrevida y extravagante, en donde los procesos de diseño digitales se enfrentan, a las actuales y tradicionales técnicas constructivas;  y en donde arquitectos y diseñadores se esmeran por generar respuestas acertadas en los cascos históricos, para su renovación sin atentar contra la identidad de la ciudad.