El universo de Star Wars está lleno de una gran variedad de impactante arquitectura, que va desde antiguos templos, hasta ciudades flotantes futuristas, pasando por parajes inhóspitos, granjas desérticas y urbes-planetarias completamente densificadas.
Star Wars Wallpaper © Ralph McQuarrie
La arquitectura es parte esencial en el escenario de toda obra cinematográfica, reflejando características de los personajes, sus gustos y su psique. Determinando y configurando el contexto que los rodea y por ende influyendo en su narrativa. Estos personajes, heroés y villanos transitan por sus calles, se mueven entre edificios, disfrutan o sufren el paisaje, viven, trabajan, se reúnen en esos espacios, resaltan sus ritos, entre otros… Todos estos elementos son relevantes para lograr una ambientación verosímil y coherente dentro de un universo especifico, un trabajo defectuoso en su concepción y elaboración puede reducir la inmersión del espectador en la obra. George Lucas conocía las otras producciones de la época, y a diferencia de la mayoría de las películas de ciencia ficción, su saga logró sentar un antecedente sobre cómo se creía la arquitectura del futuro.
Escenografía de Tatooine, hogar de Anakin y Luke Skywalker
En el caso de Star Wars, sus diseñadores de producción se han destacado por la calidad, variedad y riqueza de su trabajo. En 1975, el ilustrador Ralph McQuarrie empezó a diseñar los primeros bocetos de los personajes, paisajes, planetas, ciudades, edificios, habitantes, robots y bestias de la historia de George Lucas, que en ese entonces estaba en pre- producción. Sus 21 ilustraciones cambiaron la historia de las cintas sobre el espacio y la ciencia ficción.
Lucas Film creó una base de datos llamada “Holocron”.Ahí se encuentran más de 61,000 entradas, que incluyen los 17,000 personajes y más de 4,000 planetas; la mayoría ha nacido de las imágenes originales de McQuarrie, y cada año se agregan más entradas a medida que expande el universo de Star Wars.
Diseño de escenarios por Ralph McQuarrie
En esta saga, la arquitectura se adapta a los gustos de los pueblos y razas del universo que la componen, a su nivel de tecnología y a los recursos disponibles en su entorno. Los detalles cuidados de la arquitectura hacen del escenario un elemento transmisor de sentido. La imagen en pantalla de un determinado edificio te muestra desde el nivel tecnológico de quienes lo han creado hasta su uso o cuidado, información que se transmite visualmente al espectador, dando textura, aplicando determinados colores y usando los materiales pertinentes al espacio o contexto mayor al que pertenece en específico.
Diseño de escenarios por Ralph McQuarrie
«Las ciudades y planetas en Star Wars tienen que parecer viejas y desgastadas. George Lucas quería mostrar escenarios ‘vivos’, en los que se notara el paso del tiempo, a diferencia del futuro tan pulcro y nuevo de la ciencia ficción de los 70», explica Alonso Vilches, coleccionista e investigador de la saga. Se puede agrupar en ciertos grupos la arquitectura de Star Wars, así: arquitectura local, imperial e industrial.
«Las ciudades y planetas en Star Wars tienen que parecer viejas y desgastadas» Alfonso Vilches
La arquitectura local muestra claras diferencias de un entorno a otro, en función del ambiente en el que tenga lugar la acción, de la tecnología y recursos disponibles o del gusto de sus constructores. Ejemplo de esto es Tattoine, planeta de explotación agrícola donde vive Luke Skywalker, las construcciones van de acuerdo al panorama desértico. Su superficie es tosca, de colores claros y predominan las figuras curvas y orgánicas. En la granja de sus tíos se pueden ver estructuras de adobe y una vivienda subterránea excavada alrededor de un patio central. Inspirada en las comunidades que hoy en día viven en el desierto, es un buen ejemplo de vivienda bioclimática: el terreno hace de aislante y, a su sombra, se puede mantener una temperatura fresca y agradable.
En el área de Tatooine encontramos ciudades como Mos Eisley y en ella construcciones como el cuartel de Java The Hutt; todos estos edificios cumplen los principios clave de la arquitectura orgánica : materiales obtenidos del entorno (adobe y piedra) y una construcción adaptada al medio (ventanas reducidas y muros gruesos para proteger el interior de la intensa luz de los soles del planeta). El mismo Mos Eisley tiene callejones estrechos y sinuosos que proporcionan sombra a quienes los recorren (además de escondite a los ladrones y atracadores).
Tatooine, planeta de explotación agrícola
La arquitectura orgánica es una filosofía de la arquitectura que entabla la armonía entre el hábitat humano y el mundo natural. Mediante el diseño busca comprender e integrarse al sitio, los edificios, los mobiliarios, y los alrededores para que se conviertan en parte de una composición unificada y correlacionada.
Pero este no es el único ejemplo de arquitectura adaptada al medio. La choza de Yoda en el planeta Dagobah está hecha de ramas, al igual que las ciudades arbóreas de los ewoks en la luna de Endor, ambas construcciones son diferentes. La cabaña de Yoda está hecha de ramas retorcidas con sus huecos rellenos de barro mientras que las ciudades de los ewoks están hechas de troncos rectos. Esto es coherente con la vegetación que se encuentra en cada lugar: Dagobah en un planeta pantanoso y su vegetación es similar a los manglares, mientras que en la luna de Endor los árboles son altos y de troncos rectos.
Escena de Moss Eisley en Tatooine
Sin embargo, el planeta Naboo es uno que cuenta con muchos recursos a diferencia de los ejemplos anteriormente mencionados, en el planeta Naboo podemos ver dos ciudades de civilizaciones avanzadas de rica arquitectura. Por una parte están los humanos (llamados también «naboo»); su capital, Theed, está compuesta de edificios de piedra clara coronados de cúpulas y tejados verdes, de interiores lujosos y amplias calles sin tráfico. También están los gungam; su capital, Otoh Gunga, está formada por grandes burbujas transparentes enmarcadas y coronadas por refinadas estructuras de formas decoradas que las interconectan y mantienen unidas entre sí.
Dentro de la primera ciudad encontramos uno de los escenarios más interesantes, el Complejo de Generadores de Theed era una gran instalación de triple cúpula que funcionaba como el principal generador de energía en la capital de Naboo. La instalación servía para producir energía a través de los torrentes de plasma descubiertos en el subsuelo de la ciudad.
En el planeta Naboo podemos ver dos ciudades de civilizaciones avanzadas de rica arquitectura
El complejo consistía en diversas pasarelas dispuestas en torno a los rayos verticales de plasma que salían de núcleos del reactor incontables metros más abajo. El complejo era accesible desde el adyacente Hangar de Theed, y durante la Invasión de Naboo fue capturado por la Federación de Comercio, con lo que los droides de batalla de la Federación patrullaban las pasarelas.
El Palacio Real de Theed es un enorme complejo de bloques de piedra arenisca conformado por torres y rotondas con cúpulas cubiertas de azulejos verdes. Es la estructura más grande de Theed, y fue el hogar del gobierno planetario y el destino de los diplomáticos y embajadores extranjeros. Una estructura central en forma de tambor es la mayor parte del complejo, con una torre más alta, que se va estrechando hacia su punto más alto.
El Palacio Real de Theed
Levantado en un acantilado, el palacio tenía varias torres de vigilancia en su cara rocosa, colocadas para detectar un ataque trasero desde el valle. Las adiciones al palacio durante cada nueva administración eran tradicionales y una manera para que el nuevo monarca ganase el favor de sus constituyentes. El palacio estaba rodeado por un vasto complejo de jardines. Lleno de amplios pasillos cavernosos elaborados por los propios artesanos de Naboo, el Palacio Real fue un escaparate de los grandes escultores y artesanos del planeta.
Por otra parte, la arquitectura imperial es rígida. George Lucas se inspiró para ello en la arquitectura romana. Así, la belicosa imagen de las tropas de asalto de clones perfectamente alineados encaja con los grandes espacios abiertos y la fría arquitectura de los edificios, destinada a destacar el orden y la simetría por encima de todo lo demás, además si mencionamos la escala, sus gigantescas dimensiones antihumanas dejan claro su vocación de Imperio que está por encima de los individuos.
Ciudad submarina de Otoh Gunga en el planeta Naboo
También encontramos gran homogeneidad en los edificios e instalaciones imperiales empleando las mismas formas y materiales. Por una parte, esto predispone al espectador a percibir al imperio (a través de sus instalaciones) como hostil con el entorno, impropio, definitivamente invasor e, incluso, la falta de sensibilidad hacia los habitantes de los lugares ocupados, a quienes el imperio no reconoce sus habituales usos y costumbres o gustos. Pero también señala el pragmatismo de la producción en serie de un imperio basado en el orden militar. El Imperio es orden, razón, homogeneidad y eficiencia. Se pueden ver ejemplos de estas construcciones en los hangares del imperio, la flota imperial o la Estrella de la Muerte.
La Estrella de la Muerte (Death Star) también llamada por el imperio con el nombre de ‘Estación de combate orbital DS-1’, era una estación espacial militar de 120 kilómetros de diámetro, desarrollada por el ‘Imperio Galáctico’ y diseñada para mantener la ley y el orden a través del imperio con la amenaza de la destrucción planetaria. Poseía un súper láser capaz de destruir un planeta entero.
Otoh Gunga: la ciudad escondida
La Estrella de la Muerte II (Estación de combate orbita l DS-2) fue la segunda estación de combate construida por el Imperio Galáctico. Con un diámetro de 900 kilómetros, superó el tamaño de su predecesora la Estrella de la Muerte I. Su construcción fue impulsada por el Emperador Palpatine después de la destrucción de la primera en la Batalla de Yavin, con intención de usarla como pieza clave de la trampa que preparó para acabar con la Alianza Rebelde y dejar la Galaxia en manos del Imperio.
Planimetrías del Artbook Star Wars
La Estrella de la Muerte, una de las creaciones más importantes dentro del universo de las películas, refleja el contexto político del tiempo en el que Lucas ideó su historia: la Guerra fría. La década de los setenta seguía siendo un tiempo de tensión entre el bloque occidental y los países comunistas.
«En las bases del Imperio vemos un estilo minimalista en el interior, muy ordenado pero combinado con escalas muy grandes, como en los hangares espaciales. Son características de la arquitectura comunista, que buscaba hacer sentir diminutas a las personas; era una época en la que también la arquitectura funcionó como un mecanismo de control de masas», dice Javier Loeza Biophillick, de la facultad de Arquitectura de la UNAM.
Planimetrías del Artbook Star Wars
Esta sencillez y orden está también presente en la oficina del canciller Palpatine, que aunque tenga detalles teatrales y grandes ventanales, no está cargado de muchos elementos. A pesar de ser un espacio luminoso, predomina una sensación de frialdad por los materiales tan duros de su decorado.
Y para hablar de la arquitectura industrial, contamos con ejemplos de un diseño más funcional en infraestructuras industriales como la mina gas de Lando Calrissian. Aunque los espacios habitables son, básicamente, parecidos a todos los demás, detrás de cada puerta podemos encontrarnos con un acceso a una zona industrial que muestra las instalaciones y la maquinaria. Otro ejemplo lo encontramos en el planeta Kamino, donde se creó el ejército de clones para la república que sería utilizado por el emperador para acceder al poder en las llamadas Guerras Clon.
«Hay mucha influencia del movimiento de la arquitectura utopista en la creación de escenarios de ciencia ficción. El futurismo italiano es otra de las corrientes con más presencia, que propone usar escalas antihumanas, estructuras que apuntan hacia el espacio aéreo y la estética de las máquinas», —comenta de nuevo Biophillick. Los esquemas de los mundos revelados en los nuevos episodios I, II y III, aunque elaborados con mucha más tecnología, no contaron con la participación de Ralph McQuarrie.
La arquitectura mostrada en las nuevas ciudades dista mucho del imaginario original de la Guerra de las galaxias. Sus estructuras remiten más al movimiento metabolista de los arquitectos Kenzō Tange y Kisho Kurokawa, cuyos proyectos están inspirados en el universo microscópico de la naturaleza.
En el 2012, George Lucas vendió Lucasfilm a Disney por 4.000 millones de dólares. Entre sus primeros anuncios estuvo la producción de una nueva película y la serie animada Star Wars Rebels. Para los dos proyectos acudieron a los archivos de la saga para recuperar las ilustraciones de McQuarrie, guardados en el rancho Skywalker, propiedad de George Lucas, en California.
«Queríamos remitirnos a las pinturas originales de Ralph McQuarrie, pues tienen un mayor trabajo imaginativo. No quisimos inspirarnos por lo que ya habíamos visto en las pantallas, sino en todo el arte que quedó fuera de ella», dijo el ilustrador encargado del arte en la serie Rebels, Kilian Plunkett al diario Los Angeles Times en 2014.
Ahora con una nueva película en camino, Episodio VIII, podemos dedicarnos al estudio exhaustivo de sus escenarios para saber si se han revindicado con una gran porción de su base de fans que a finales de los 90’ sufrieron una decepción grande al no ver en pantalla ese universo interplanetario que los capturó en su infancia.